8 de noviembre de 2007

EL MERCADER DE VENECIA

“…Se ha reído de mis pérdidas y burlado de mis ganancias, ha afrentado a mi nación, ha desalentado a mis amigos y azuzado a mis enemigos. ¿Y cuál es su motivo? Que soy judío. ¿El judío no tiene ojos? ¿El judío no tiene manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No es alimentado con la misma comida y herido por las mismas armas, víctima de las mismas enfermedades y curado por los mismos medios, no tiene calor en verano y frío en invierno, como el cristiano? ¿Si lo pican, no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿Si nos envenenáis no morimos? ¿Si nos hacéis daño, no nos vengaremos.”
Shylock, “El Mercader de Venecia”

Explicar


William Shakespeare nos introduce, en “El Mercader de Venecia”, a aspectos históricos, culturales y sociales del siglo XVI: la discriminación racial hacia los judíos, la discriminación sexual hacia la mujer, la sospechosa legalidad de algunas acciones humanas, la venganza y el perdón, la represión religiosa y las diferencias entre las clases sociales. Sin embargo, el tema principal de la obra es el antagonismo entre las religiones judía y cristiana, lo que se ve reflejado en el odio que el judío Shylock siente hacia Antonio, un negociante cristiano.Durante todo el medioevo, los venecianos mantuvieron reservas con los judíos, pero en el siglo XIV se les concede el derecho de residencia estable en el barrio del Véneto, y total libertad para ejercer sus negocios. La bonanza comercial de la ciudad hizo que se asentaran numerosos comerciantes judíos, entre ellos algunos llegados de Sefarad. Se les continuó autorizando a vivir dentro de la ciudad hasta 1513, pero ya circunscritos a la isla que se conoció como Ghetto Nuevo, donde, a partir de 1516, se les obligó a vivir sin que pudieran abandonar el barrio después de la puesta del sol.

Conocer

Venecia en el siglo XVI era un de las ciudades-estado más liberales y poderosas de Europa. Tenía dos comunidades que se enfrentaban constantemente: los judíos y los cristianos.A los judíos se les prohibía tener propiedades, salir de sus ghettos después de cierta hora, se les obligaba a usar un sombrero rojo fuera del ghetto para identificarlos, y se les permitía practicar la usura, cosa que para los cristianos estaba totalmente prohibida. Por otro lado, los cristianos gozaban de poder en el ámbito religioso, mercantil y social. Éstos se beneficiaban de la actividad que realizaban los judíos.
Shakespeare presenta una Venecia del siglo XVI dividida, pero unida, a la vez, por la codicia de ambos grupos. Los cristianos desprecian a los judíos, sin embargo, aceptan su dinero y formas de negocio. Los últimos aceptan el desprecio por los beneficios económicos que les representa.
En el “Mercader de Venecia”, Antonio, un negociante cristiano, por ayudar a su amigo Bassanio se ve en la necesidad de pedir dinero a Shylock, un prestamista judío. El rencor que lleva Shylock por ser discriminado y maltratado sin causa, cuando no podía defenderse, lo lleva a pedir algo inaudito en caso de que Antonio no cumpla con pagar su deuda: una libra de su carne.

El pueblo judío sufrió a través de la historia grandes exilios, expulsiones, genocidios, persecuciones, injustas acusaciones, conversiones forzadas, etc. Esta discriminación por parte del occidente medieval y moderno, surge como consecuencia de que este grupo, al ser minoritario, no tiene cabida en los rígidos esquemas ideológicos que se imponen a raíz de la alianza entre el poder imperial romano y el cristianismo. Dicha alianza se establece en el siglo IV de nuestra era, por Constantino I. De aquí se desprende que el odio contra los judíos tiene un origen religioso, que se acentúa en la creencia, por parte de los cristianos, de que son los judíos los culpables de la muerte de Jesús, y además, porque éstos rechazaban la idea de que era el hijo de Dios. Es así como comienza la persecución hacia este pueblo, lo que desencadenará grandes conflictos a lo largo de la historia.

El aislamiento de la comunidad judía de Venecia, se prolongó hasta 1797, año de la caída de la República y de la toma de posición de Napoleón que decretó en final de la segregación y la igualdad de los judíos respecto a los otros ciudadanos.

Interpretar

A través de esta fuente, podemos comprender mejor cómo se originó esta rivalidad entre judíos y cristianos, a partir de motivos religiosos. Muchas veces, la ignorancia nos lleva a pensar que el origen del odio hacia los judíos nace en Alemania, y por Hitler, en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, podemos darnos cuenta que este conflicto tiene sus raíces muchos siglos antes. Existen teorías que afirman que el antisemitismo se origina incluso antes del nacimiento del cristianismo, pero en este trabajo, nos interesa conocer, principalmente, la pugna que se establece entre estas dos religiones.
En esta obra, se intenta, de algún modo, dar vuelta los papeles en cuanto al castigo que sufre uno de los grupos. Ahora es el judío quien castiga al cristiano, queriendo cometer un acto que es juzgado posteriormente. Sin embargo, el destino pareciera estar del lado de la mayoría y del grupo con más poder, ya que por motivos legales, se le prohibe cobrar la palabra de quien sería su víctima. La obra no se concentra en la crueldad y el rechazo que sufre Shylock sino en una de las crueldades que comete él. Es juzgado por su falta de compasión. Sin embargo, es difícil ver a Shylock como al malvado, ya que más bien parece la víctima de la persecución judía. Todo lo vivido por los judíos de esa época, las persecuciones, humillaciones, rechazos, injustas acusaciones, etc, de alguna manera condicionaron el actuar de Shylock, siendo su objetivo vengarse a toda costa del mercader cristiano que tanto lo había humillado.

1 comentario:

Anti.Yo. dijo...

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Nota: 7.0